No puedo todavía reponerme del tremendo shock que supuso la primera noticia de este drama de dimensiones descomunales y que no debería pasar desapercibido a nadie con un mínimo de humanidad. El número de muertos debidos al tsunami, de 9 grados en la escala Richter, que golpeó ayer la isla de Sumatra originando olas gigantes de más de 10m de altura que arrasaron nueve países del sudeste asiático, siendo Sri Lanka el mayor afectado, suman ya 21.500. Estamos ante una tragedia mundial de dimensiones cuasi apocalípticas, tanto por el número de víctimas como por la vasta extensión afectada por el terremoto submarino. Desde aquí, condolencia para los familiares de las víctimas y esperanza para los países afectados.
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