Noche gloriosa en el RSP!!! En un partido épico, vibrante, lleno de pasión y de entrega, consiguió el Sevilla F.C. la clasificación para la siguiente ronda de la Copa de la UEFA mientras otros veían Big Brother; esto es Sevilla y aquí... Reconciliación de la escuadra con el buen fútbol y la creatividad con el balón el los pies: mucho toque, preciso, rápido y con mordiente. Eso es lo que la parroquia esperaba tras una racha de mediocridad. Entre la constelación de buen juego, brillaron con luz propia Baptista, reencontrándose a sí mismo dentro del terreno de juego, más "bestia" que nunca; Antoñito, que demostró que se puede jugar al fútbol sala en un campo más grande y llenar treinta y cinco mil bocas de un sinfin de olés; y un tremendísimo Dani Alves: defendió sin cuartel, salió con el balón controlado, desbordó siempre, y volvió locos a los defensas helenos una y otra vez, llevando peligro en todas sus intervenciones. Una cosa quedó bastante clara: si el Sevilla materializara las numerosas ocasiones de gol, sería muy difícil que no contara sus partidos por apoteósicas goleadas. Y encima, Kepa! A seguir soñando.
Noche gloriosa en el RSP!!! En un partido épico, vibrante, lleno de pasión y de entrega, consiguió el Sevilla F.C. la clasificación para la siguiente ronda de la Copa de la UEFA mientras otros veían Big Brother; esto es Sevilla y aquí... Reconciliación de la escuadra con el buen fútbol y la creatividad con el balón el los pies: mucho toque, preciso, rápido y con mordiente. Eso es lo que la parroquia esperaba tras una racha de mediocridad. Entre la constelación de buen juego, brillaron con luz propia Baptista, reencontrándose a sí mismo dentro del terreno de juego, más "bestia" que nunca; Antoñito, que demostró que se puede jugar al fútbol sala en un campo más grande y llenar treinta y cinco mil bocas de un sinfin de olés; y un tremendísimo Dani Alves: defendió sin cuartel, salió con el balón controlado, desbordó siempre, y volvió locos a los defensas helenos una y otra vez, llevando peligro en todas sus intervenciones. Una cosa quedó bastante clara: si el Sevilla materializara las numerosas ocasiones de gol, sería muy difícil que no contara sus partidos por apoteósicas goleadas. Y encima, Kepa! A seguir soñando.
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