Volvamos por un momento al pasado sabado. Congregada una pequeña parte de la Comunidad en torno al cenáculo secreto, nos dispusimos a festejar el aniversario de la creación de nuestra hermana Merce; una vez consagrados los magníficos óleos de la vieja y verde Éire, juntos entonamos cánticos de gloria y exhaltación, preparándonos así para la peregrinación a los Santos Lugares del Matahacas. Llegados con devoción al Templo, nos unimos pletóricos en la liturgia del Escanciado para así reafirmarnos en nuestra Fe y confesar nuestras faltas. Ved aquí a dos beatos y beodos monaguillos disponiendo su espirítu para participar con santidad en tan importante Peregrinatio.
Volvamos por un momento al pasado sabado. Congregada una pequeña parte de la Comunidad en torno al cenáculo secreto, nos dispusimos a festejar el aniversario de la creación de nuestra hermana Merce; una vez consagrados los magníficos óleos de la vieja y verde Éire, juntos entonamos cánticos de gloria y exhaltación, preparándonos así para la peregrinación a los Santos Lugares del Matahacas. Llegados con devoción al Templo, nos unimos pletóricos en la liturgia del Escanciado para así reafirmarnos en nuestra Fe y confesar nuestras faltas. Ved aquí a dos beatos y beodos monaguillos disponiendo su espirítu para participar con santidad en tan importante Peregrinatio.
Comentarios