Comparecía durante la jornada de ayer el ex-presidente Aznar, motu propio, para aclarar y responder a las cuestiones que desde los grupos hoy gobernantes se le imputaron al anterior Ejecutivo y, sobre manera, al anterior Presidente. No hay que ser muy inteligente para razonar, que según el color político desde el que se mire la citada comparecencia así resultará en unas u otras apreciaciones, en las que éste no va a entrar. Ahora bien, lo que sí se pudo percibir, si es que se quiso sacar algo en claro o por el contrario todas las ideas estaban ya preconcebidas, es que Aznar, le guste a uno su estilo o no, comulgue con su ideología o no, es un estadista como no se conocía en este Estado hacía muchas décadas; ver como una persona responde con claridad, concisión y rotundidad durante once horas, no hace sino confirmar tal, atrevida si se quiere, afirmación. Por otra parte, se pudo observar como, poco a poco, las gravísimas acusaciones imputadas al anterior Ejecutivo se iban debilitando y tornadose, algunas, en claras falacias que buscaban un fin, que espero se llegue a aclarar algún día.
Una última reflexión, para los acérrimos enemigos del señor Aznar. ¿Cómo es posible que los grupos políticos, y sus claros lobbies mediaticos, dieran tanto la vara con lo de que querían saber toda la verdad, y ahora estos mismos callan y niegan la posibilidad de que llegue, por lo menos en su mandato, a saberse? ¿Será que estos que impulsaban clarísimos hechos ANTIDEMOCRÁTICOS, que afortunadamente gracias a las investigaciones estamos empezando a conocer, tengan mucho que ocultar? Señores seamos serios que, desgraciadamente en las democracias púberes como la nuestra, nos falta el rigor y la madurez en cuestiones políticas; escuchen más emisoras que la Ser y lean más periodicos que el País, que la pluralidad lleva a la sensatez. Y, por favor, señores: esto no es fútbol. Espero vuestras réplicas.
Una última reflexión, para los acérrimos enemigos del señor Aznar. ¿Cómo es posible que los grupos políticos, y sus claros lobbies mediaticos, dieran tanto la vara con lo de que querían saber toda la verdad, y ahora estos mismos callan y niegan la posibilidad de que llegue, por lo menos en su mandato, a saberse? ¿Será que estos que impulsaban clarísimos hechos ANTIDEMOCRÁTICOS, que afortunadamente gracias a las investigaciones estamos empezando a conocer, tengan mucho que ocultar? Señores seamos serios que, desgraciadamente en las democracias púberes como la nuestra, nos falta el rigor y la madurez en cuestiones políticas; escuchen más emisoras que la Ser y lean más periodicos que el País, que la pluralidad lleva a la sensatez. Y, por favor, señores: esto no es fútbol. Espero vuestras réplicas.
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