Siempre me ha dado pena y a veces hasta risa que en esta Ciudad divida por el fútbol cada uno mira para abajo y nunca se busca el bien común para la Ciudad y sus clubes. Y digo esto en el día de hoy, porque acabo de leer el comunicado que ha publicado el Betis en su web, desde el Jabugo Center.
Que al Betis le robaron ayer un partido que debería haber ganado a sus méritos deportivos y su superioridad ante el temible Barça, no lo puede discutir nadie. Pero claro, en esto ya se sabe: todos somos arrieros y en el camino nos encontraremos.
Cuanto hubieron de decir sandeces y más pipioladas los dirigentes y jugadores del otro equipo de la Ciudad, ante las JUSTAS y PROBADAS quejas que el Sevilla declaraba públicamente; ante los agravios comparativos, los robos, extorsiones y demás adulteraciones de la competición que ha sufrido el equipo de Nervión. Ahora, señora Lopera, ahora si llora Vd. Ahora toca quejarse y poner todo patas arriba; ahora que dice, van a por los suyos. Pues cuando su vecino, y en el fondo hermano, se quejó y lloró y pataleó, su club cargó duramente contra él.
Y esto es lo que más pena me da. Con la masa social que sustenta el fútbol en Sevilla, con la de poder que podría ejercer nuestro fútbol a nivel nacional, en vez de unirse y luchar por el bien de nuestros clubes y en defensa de los intereses de nuestra Ciudad, se enzarzarn en luchas y dialécticas de Cine de Barrio.
El día que Sevilla y Betis se enfrenten en lo deportivo y defienzan con fuerza y gallardía el nombre de la Ciudad que representan, en los ámbitos donde haya que defenderla, ese día nuestros clubes habrán dado un gran paso de gigante.
Que al Betis le robaron ayer un partido que debería haber ganado a sus méritos deportivos y su superioridad ante el temible Barça, no lo puede discutir nadie. Pero claro, en esto ya se sabe: todos somos arrieros y en el camino nos encontraremos.
Cuanto hubieron de decir sandeces y más pipioladas los dirigentes y jugadores del otro equipo de la Ciudad, ante las JUSTAS y PROBADAS quejas que el Sevilla declaraba públicamente; ante los agravios comparativos, los robos, extorsiones y demás adulteraciones de la competición que ha sufrido el equipo de Nervión. Ahora, señora Lopera, ahora si llora Vd. Ahora toca quejarse y poner todo patas arriba; ahora que dice, van a por los suyos. Pues cuando su vecino, y en el fondo hermano, se quejó y lloró y pataleó, su club cargó duramente contra él.
Y esto es lo que más pena me da. Con la masa social que sustenta el fútbol en Sevilla, con la de poder que podría ejercer nuestro fútbol a nivel nacional, en vez de unirse y luchar por el bien de nuestros clubes y en defensa de los intereses de nuestra Ciudad, se enzarzarn en luchas y dialécticas de Cine de Barrio.
El día que Sevilla y Betis se enfrenten en lo deportivo y defienzan con fuerza y gallardía el nombre de la Ciudad que representan, en los ámbitos donde haya que defenderla, ese día nuestros clubes habrán dado un gran paso de gigante.
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