Siguendo con la excelsa y ardua tarea de acercar la oscura y a veces esquiva realidad que nos rodea, que tan bellamente nos brindo Félix Rodríguez de la Fuente con su magistral "El Hombre y la Tierra", y las salvajes peripecias del Abejaruco y el Quebrantahuesos; así queremos desde estas líneas adentraros en el enígmatico mundo de una relación imposible, un dolor-placer-dolor, como es "La Mujer y el Auto". Todos conocemos esta singular simbiosis que puede llegar a cotas insospechadas como las que a continuación os presento:



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