El clima invitaba a pasear por la ciudad y Laura y yo nos dispusimos a dar una vuelta por el centro y tomar unas tapillas. Un día magnífico para los turistas: buen tiempo, sol y por lo tanto, todas las tabernas, tascas y bodeguitas llenas hasta la bandera. Por fin nos sentamos en un sitio de Mateos Gagos y nos decidimos a tomar algo al flaherty...

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