Estoy en Córdoba, como muchos miércoles, de reunión y al salir de comer me encuentro con este espectáculo; un indeseable cobarde coge y le prende fuego a un contenedor de papel.
En cuestión de pocos minutos el contenedor se ha esfumado y la policía y los bomberos llegan cuando ya todo ha terminado.
Subnormales que no debieran vivir entre nosotros hay en todas partes.
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