No, queridos amiguetes; no era un concierto de los nórdicos en Sevilla. Es la gesta que nuestro equipazo ha realizado esta tarde en el RSP.
Perdíamos por 0-2 contra una Real Sociedad que parecía llevarse fácilmente tres puntos dorados de nuestro fortín. Todo era sombrío, inerte y descorazonador.
Pero la fiera albicarmesí despertó del letargo y envalentonada por una afición impresionante escribió una nueva página épica en la historia del fútbol sevillano: 3-2 y Nervión gritaba de alegría y orgullo.
Al final, los jugadores agradecieron -algunos como Drago, de rodillas- el aliento inconmensurable que la afición les aporta. Comunión total entre el cuerpo -equipo- y el alma -la afición-.
Perdíamos por 0-2 contra una Real Sociedad que parecía llevarse fácilmente tres puntos dorados de nuestro fortín. Todo era sombrío, inerte y descorazonador.
Pero la fiera albicarmesí despertó del letargo y envalentonada por una afición impresionante escribió una nueva página épica en la historia del fútbol sevillano: 3-2 y Nervión gritaba de alegría y orgullo.
Al final, los jugadores agradecieron -algunos como Drago, de rodillas- el aliento inconmensurable que la afición les aporta. Comunión total entre el cuerpo -equipo- y el alma -la afición-.
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