Ufff. Cúanto tiempo desde la última entrada! Si es que uno ha estado tela de liao con cienes y cienes de cosas y entonces, pasa lo que pasa...
Pero estamos de regreso y os traigo algo que he leído y no he podido dejar de reirme; así que copio, pego y comparto con todos vosotros:
"Hace unas fechas tuve que ir, en el día que entro tarde en el ies, a comprar unos libros a la Feria del libro en la plazanueva de Sevilla. Andando por la calle zaragoza tuerzo en Carlos Cañal cuando me veo a dos repartidores de fruta a domicilio, que se encuentran con sus carretillas:
-Illo ¿Que?...
Repuesta del otro:
-Illo ¿que?
Entoces aparece un tercer repartidó y saluda a los otros:
-Illo ¿qué?
A lo que el primero responde:
- Y la que va a caé...
y el segundo reafirma:
- No ni ná...
y se van lo tres.
En esta breve charla se compendia toda una filosofía de vida maravillosa... iguá hablaban de la economía, del caló, del paro, de mujeres, de comida... no lo sé, pero me pareció un ejemplo sublime de comunicación economizando lenguaje, esta misma conversación la podían haber mantenido vestidos de romanos en la Hispalis de César, o vestidos con chilaba en la Córdoba de Al Mansur...
y no hubiera perdido un ápice de profundidad o vanalidad... Magnífico"
Pero estamos de regreso y os traigo algo que he leído y no he podido dejar de reirme; así que copio, pego y comparto con todos vosotros:
"Hace unas fechas tuve que ir, en el día que entro tarde en el ies, a comprar unos libros a la Feria del libro en la plazanueva de Sevilla. Andando por la calle zaragoza tuerzo en Carlos Cañal cuando me veo a dos repartidores de fruta a domicilio, que se encuentran con sus carretillas:
-Illo ¿Que?...
Repuesta del otro:
-Illo ¿que?
Entoces aparece un tercer repartidó y saluda a los otros:
-Illo ¿qué?
A lo que el primero responde:
- Y la que va a caé...
y el segundo reafirma:
- No ni ná...
y se van lo tres.
En esta breve charla se compendia toda una filosofía de vida maravillosa... iguá hablaban de la economía, del caló, del paro, de mujeres, de comida... no lo sé, pero me pareció un ejemplo sublime de comunicación economizando lenguaje, esta misma conversación la podían haber mantenido vestidos de romanos en la Hispalis de César, o vestidos con chilaba en la Córdoba de Al Mansur...
y no hubiera perdido un ápice de profundidad o vanalidad... Magnífico"
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