Una noche de cenita con Pepe y Mar. Una noche en la Alameda. Una noche para descubrir nuevos sabores. Una noche en el Samaritano.
A la la espalda del eterno Café Central, en la embocadura de la calle Mata, nos encontramos con un local pequeño, diáfano y con veladores en la calle de reciente apertura. Ambiente agradable y desenfadado con gente de todo tipo y condición como se estila desde hace ya tiempo por este barrio reconvertido totalmente.
Un primer vistazo y nos llamó la atención sus propuestas de tapas, elaboradas y sugerentes, acompañadas de una corta pero buena carta de vinos; aunque ya sabéis que soy más de cerveza...
Así que nos tiramos a la aventura y probamos varias cositas, bastante ricas: os cuento.
- Para comenzar, un pan de bacalao, queso brie e higos: sorprendente maridaje de sabores y texturas.
- Continuamos con rollos de papel de arroz relleno de verduritas: muy buena presencia y mejor sabor. No os lo perdáis.
- Después, degustamos unos tomates rellenos de cous-cous, aguacate y langostinos y para terminar una sorprendente ternera especiada (picante) en hojas de col que os recomiendo que probéis.
Al principio el servicio fue un pelín lento, pero tras el primero todo fue sobre ruedas.
En fin, un nuevo e interesante sitio de comidas con una propuesta creativa pero con fundamento y lo más importante para mí: en formato tapa y no especialmente pequeñas.
No dejéis de disfrutarlo.
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